jueves, 22 de noviembre de 2018

LA ILUSTRACIÓN 1720-1790

El movimiento ilustrado1surgió en la Europa del siglo XVIII como una forma de entender el mundo, la existencia y la sociedad, que no derivaba de los textos sagrados ni de la «tradición» sino que quería constituirse como alternativa a éstos, al «iluminar» las sociedades europeas para que abandonaran definitivamente la ignorancia y la superstición y se basaran en ideas racionalesAunque la Ilustración «no fue una doctrina o un sistema filosófico, sino un movimiento intelectual heterogéneo», los ilustrados compartieron una serie de principios, actitudes y valores estrechamente interrelacionados.3Así para los ilustrados la razón era el instrumento esencial para alcanzar la verdad por lo que debían ser sometidas a crítica todas las «verdades» (o creencias admitidas) heredadas de la «tradición» (del pasado), especialmente aquéllas que se basaban en los prejuicios, en la ignorancia y en la superstición o en los dogmas religiososEn España el movimiento ilustrado sólo se difundió entre determinadas élites (entre algunos nobles y clérigos, y entre algunos profesionales y miembros acomodados del «estado llano») y, como han señalado Mestre y Pérez García, conviene recordar que «no toda la producción cultural de la decimoséptima centuria merece timbres de Ilustración. Los ilustrados, en realidad, siempre constituyeron una minoría, dinámica e influyente, pero minoría al fin y al cabo. Y, aunque los principios que defendieron llegaron a impregnar toda su época, el censo de los indiferentes, de los tradicionalistas y de los enemigos de las Luces siempre fue mucho más abultado que el de los partidarios del progreso, la razón y la libertad

FUNDACIÓN DE LA REAL ACADEMIA EN SAN CARLOS 1785

LA REAL ACADEMIA DE SAN CARLOS

En 1781 por iniciativa de Jerónimo Antonio Gil, Tallador Mayor de la Real Casa de Moneda, se presenta al Virrey Martín de Mayorga la iniciativa de crear una Academia para la enseñanza de las Bellas Artes. En 1783 Carlos III, Rey de España expide la Cédula Real para la creación de la Real Academia de San Carlos. El 4 de Noviembre de 1785 se lleva a cabo la ceremonia de inauguración de cursos y abre sus puertas la Real Academia de San Carlos ubicada todavía en el edificio de la Real Casa de Moneda. Es trasladada a su ubicación definitiva: El Hospital del Amor de Dios hasta el año 1791.

EL EDIFICIO 

El edificio que ocupa actualmente la Academia de San Carlos se remonta al siglo XVI. Fue la sede del Real Hospital del Amor de Dios, fundado por Fray Juan de Zumárraga, primer obispo y arzobispo de México de 1528 a 1548. En el año de 1786 sus enfermos fueron trasladados al Hospital General de San Andrés por instancias del arzobispo Alonso Núñez de Haro. Ante la falta de fondos para construir un edificio ex profeso, se decidió instalar en este lugar la Academia de San Carlos en 1791.

LA RESTAURACIÓN Y LA FACHADA

En el año de 1852 Javier Cavallari, director de la escuela de arquitectura de la época, dirige el proyecto de restauración del edificio. El estilo rector de la restauración es renacentista italiano, se realiza el almohadillado del primer cuerpo de la fachada y se colocan 6 medallones con los rostros de Jerónimo Antonio Gil, Carlos III, José Bernardo Couto (benefactor de la Academia), Manuel Tolsá, Miguel Ángel y Rafael.

EL DOMO DE CRISTAL

Para la protección del inmueble se terminó de construir en 1913 un domo de hierro y vidrio. Se trata de un prefabricado estilo art-nouveau de la empresa L. Lapeyrer de París y su instalación estuvo a cargo de los arquitectos Manuel y Carlos Ituarte, durante el periodo de director de Manuel Gorozpe, sucesor de Antonio Rivas Mercado.

SAN JORGE DE DONATELLO

En 1910, con motivo de las fiestas del Centenario de la Independencia, el gobierno de Italia regaló a México una reproducción en bronce del San Jorge de Donatello el cual fue colocado dentro de un nicho en el extremo izquierdo la fachada principal, actualmente el original se encuentra al interior de la Biblioteca y la fachada mantiene una copia.

EXPULCION DE LOS JESUITAS DE LOS REINOS DEL IMPERIO ESPAÑOL 1767

La Compañía de Jesús se constituyó como uno de los pilares básicos de la Contrarreforma de la Iglesia Católica. En el siglo XVIII, la llegada de los regímenes absolutistas ilustrados provocará un conflicto por el total control político en el que los jesuitas tendrán las de perder. A continuación, en esta lección de unPROFESOR.com vamos a estudiar uno de los episodios que marcó la historia del siglo XVIII: el resumen de la expulsión de los jesuitas de España en 1767.
El principal objetivo de la Compañía de Jesús, la defensa de la ortodoxia católica y la propagación de la fe, entró en conflicto en el siglo XVIII con los procesos de secularización que el movimiento ilustrado proponía.
El intento de conciliar el absolutismo monárquico con el espíritu reformador de la Ilustración dio lugar al despotismo ilustrado, fundado en el poder absoluto de la monarquía y en las reformas racionales para el progreso del pueblo. En España, el rey Carlos III será el paradigma y mayor representante de esta corriente.
Las monarquías católicas más importantes se identificaron con el despotismo ilustrado, entrando en conflicto con los jesuitas y dando lugar a su expulsión de Portugal en 1759, de Francia en 1762 y, finalmente, de España en 1767
La expulsión de los jesuitas de España en 1767 es una operación llevada a cabo en tiempos del reinado de Carlos III, materializada con especial sigilo y una gran efectividad.
Son diversos los motivos a los que se acude para realizar una acción de este calibre, basándose la tradicional justificación del acto en la responsabilidad de la Compañía de Jesús en los motines de la primavera de 1766, en especial del denominado de Esquilache, que tuvo lugar en Madrid contra el ministro de Hacienda de la Corona, el 23 de marzo del mismo año; aunque es cierto que las propias autoridades reconocieron que las causas de los motines fueron fundamentalmente el odio a los ministros extranjeros y los problemas por la subida de precios de alimentos de especial necesidad.

PUBLICACIÓN DE ENCICLOPEDIA 1751-1776

La idea de la Enciclopedia surgió cuando el editor francés André Le Breton quiso publicar una traducción de la Cyclopaedia Británica, elaborada por Ephraim Chambers en 1728. Para llevar a cabo la tarea, se dirigió primero a John Mills y el abate Jean Paul de Gua de Malves. Ambos abandonaron el proyecto, por lo que Le Breton optó por dejarla en manos de Diderot y D’Alembert en 1742. Su incorporación sería vital para transformar el proyecto de una mera traducción a una fuente de conocimiento mucho más amplia y destinada a la expansión de conocimientos.
La Enciclopedia usó como estructura de organización temática el árbol de los conocimientos humanos de Francis Bacon, así como influencias de Descartes y su “Discurso del método”. La obra cultural y científica se publicó en 35 volúmenes de lo más variopintos: 17 eran de texto, 11 eran de grabados, 4 eran suplementos, 2 eran índices y contaba con un suplemento de grabados. En total participaron cerca de 150 colaboradores, siendo los más destacados Voltaire, Diderot, D’Alembert, MontesquieuRousseau, Helvétius, Condillac, D’Hollbach, Daubenton, Marmontel, Durmasais, Quesnay, Turgot y el caballero de Jaucort.
Para poder gestionar tal cantidad de información, se tuvo que recurrir a 4 editores: Le Breton, Briasson, David, Laurent Durand. El proyecto dio trabajo a más de 1.000 obreros durante 25 años y fue una respuesta a la necesidad de actualizar conocimientos que tenían las clases altas ilustradas. Según las estimaciones de la época, hubo 4.000 suscriptores, que ocupaban distintos puestos dentro de la sociedad. Aunque no figuraban comerciantes, sí que lo hacían médicos, administrativos, técnicos e ingenieros.
Diderot y el resto de colaboradores, a diferencia que los diccionarios científicos y culturales tradicionales, se ocupaban de un campo mucho más amplio y lo intentaban suministrar a un nivel accesible para ese público ilustrado. Los enciclopedistas pertenecieron al sector activo que elaboró un nuevo orden económico y social, por lo que la obra gozaba de ese espíritu filosófico, científico, crítico y burgués que el “Siglo de las Luces” pretendía extender por las sociedades del mundo.
Este aspecto es el que no fue bien recibido por la nobleza, el clero y los jesuitas, quienes trataron de impedir su publicaciónLa Enciclopedia desafiaba el dogma católico y clasificaba a la religión como una rama de la filosofía, en lugar de ponerla como el último recurso del conocimiento y de la moral. En 1752 se prohibieron los dos primeros volúmenes y, varios años más tarde, entró a formar parte del “Índice de libros prohibidos” de la Iglesia Católica, el famoso “Índex“. El Estado comenzó a practicar la censura sobre los volúmenes ya publicados y a prohibir nuevas publicaciones. Pero esto no frenó las intenciones de Diderot y Le Breton, quienes consiguieron terminar su proyecto en 1772.
De 1776 a 1780, el editor Charles-Joseph Panckoucke retomó la edición de la Enciclopedia, independientemente de Diderot y Le Breton. Panckoucke lanzó 5 suplementos y 2 volúmenes de la “Tabla analítica y razonada”. Después, durante el siglo XIX, la Enciclopedia fue ampliada hasta alcanzar los 166 volúmenes y denominarse “Encyclopédie méthodique”.
De forma general, se puede afirmar que la obra elevó a un primer plano las inquietudes por el progreso económico, a la vez que despertaba una gran admiración y difundía la filosofía de los ilustrados. Siguiendo el ejemplo de Diderot, D’Alembert y Le Breton, la Enciclopedia se extendió por el resto de los países europeos, donde fue completada e imitada.

PRIMERA PUBLICACIÓN PERIÓDICA EN NUEVA ESPAÑA 1722

El sacerdote Juan Ignacio Castoreña Ursua y Goyeneche funda en México el primer periódico de América Latina. Se titulaba "Gaceta de México y Noticias de Nueva España". Se trata de una edición mensual que publicaba novedades de la ciudad y noticias llegadas desde la metrópoli. Contaba con secciones dedicadas a las diferentes regiones del virreinato y novedades comerciales, sociales y religiosas. Su fundador contaba con una imprenta propia y tras algún tiempo debió dejar de publicarlo por cuestiones económicas
La Gaceta de México es el periódico noticioso más antiguo de Hispanoamérica. En el continente americano le preceden las Publick Ocurrences estadounidenses, que se iniciaron en 1690. Después, en la América española, siguiendo todos el ejemplo de la Gaceta de Madrid, surgieron: la Gazeta de Goathemala (1729), la Gazeta de Lima (1743), la Gazeta de la Habana (1764), la Gaceta de Santa Fe de Bogotá (1785), y las Primicias de la cultura de Quito (1792).
La primera Gazeta de México desapareció seis meses después de su primer número. Sin embargo, unos años más tarde surgió otro periódico con el mismo nombre, que inició su publicación el 1 de enero de 1728. Ésta constó de cuatro páginas y su editor fue Juan Francisco Sahagún y Arévalo Ladrón de Guevara. Perduró hasta diciembre de 1739, publicándose 145 números.​
Existió una tercera Gazeta de México, compendio de noticias de Nueva España, que surgió el 14 de enero de 1784, interrumpiéndose definitivamente el 2 de enero de 1810. Fue editada por el CRIOLLO MANUEL  ANTONIO Valdés y Munguía, impresor y propietario de una empresa de coches de alquiler. Esta tercera versión de la Gaceta fue el periódico de mayor longevidad en la época colonial mexicana

REVOLUCION INDUSRIAL 1750-1850

La revolución industrial es el cambio en la producción y consumo de bienes por la utilización de instrumentos hábiles, cuyo movimiento exige la aplicación de la energía de la naturaleza. Hasta finales del siglo XVIII el hombre sólo había utilizado herramientas , instrumentos inertes cuya eficacia depende por completo de la fuerza y la habilidad del sujeto que los maneja. El motor aparece cuando se consigue transformar la energía de la naturaleza en movimiento. La unión de un instrumento hábil y un motor señala la aparición de la máquina, el agente que ha causado el mayor cambio en las condiciones de vida de la humanidad.
La aplicación de la máquina de vapor a los transportes, tanto terrestres como marítimos, tuvo una inmediata repercusión no sólo en procesos de comercialización, sino también en la calidad de la vida, al permitir el desplazamiento rápido y cómodo de personas a gran distancia.
La construcción de los ferrocarriles fue la gran empresa del siglo XIX.A comienzos del siglo XVIII las telas que se fabricaban en Europa tenían como materia prima la seda (un artículo de lujo, debido a su precio), la lana o el lino. Ninguna de ellas podía competir con los tejidos de algodón procedentes de la India y conocidos por ello como indianas muselinas . Para entonces, la producción de tejidos de algodón en Inglaterra era insignificante y su importación desde la India constituía una importante partida de su balanza mercantil. Para competir con la producción oriental se necesitaba un hilo fino y fuerte que los hiladores británicos no producían.
Uno de los acontecimientos más destacados durante la segunda mitad del s. XIX, fue la población y colonización de nuevas tierras. Trece millones de europeos se desplazaron a los Estados Unidos, otros se dirigieron a Australia y al algunos países de Sudamérica. California y Australia ejercieron especial atractivo sobre los buscadores de oro. Este sorprendente movimiento migratorio se pudo realizar porque los transportes se abarataron y facilitaron a los campesinos, que no encontraban trabajo en las ciudades europeas, el traslado a tierras donde existían mejores expectativas laborales. En 1869, se abrió el Canal de Suez que acercó Europa al Lejano Oriente; más tarde, se construyó el ferrocarril en el Istmo de Panamá y, finalmente, se construyó en 1914 el canal que une el Atlántico con el Pacífico.

REFORMA BORBONICA

Las llamadas Reformas Borbónicas fueron una serie de medidas y modificaciones que se implementaron a todos los niveles tanto en España como en los territorios hispanoamericanos en la segunda mitad del siglo XVIII. El objetivo de las Reformas Borbónicas era el de modernizar a España y volver a ponerla a la cabeza de las potencias mundiales desde todos los puntos de vista: económico, político y militar. Para ello se basaron en las nuevas ideas ilustradas de progreso y racionalización que recorrían Europa  y utilizaron para impulsarlas e implementarlas a los mejores ministros y asesores ilustrados del momento.
Las herramientas principales para completar estas reformas serían la ilustración, como ya referíamos antes, la centralización administrativa, la liberalización del comercio entre España y los territorios ultramarinos, el desarrollo de una potente marina mercante y de guerra y una formación puntera a todos los niveles que pondría una mano de obra especializada al servicio de la nación
Mediante las reformas políticas y administrativas se buscaba la centralización para un mejor control de todos los aspectos de gobierno, optimizar la burocracia y también atacar la corrupción existente en la administración.
-Se prohibió la venta de cargos a locales, dando preferencia a funcionarios formados en España.
-Creación de dos nuevos virreinatos reduciendo el tamaño del virreinato del Perú: el Virreinato de Nueva Granada establecido en 1717 y el virreinato del Río de la Plata establecido en 1776.
-Abolición de los alcaldes mayores y los corregidores que eran considerados como un foco de corrupción y de prevaricación.
-Implementación del sistema de intendencias que sustituyó al de corregimiento. Los intendentes tendrían poder administrativo, fiscal, militar y de justicia, poder que antes se distribuía entre varios funcionarios. La aplicación de este sistema supuso una pérdida notable de poder de los ayuntamientos o cabildos locales y de sus miembros.